Contemplar la ausencia de deseo

Contemplar la ausencia de deseo significa observar con detenimiento los objetos de nuestros deseos. Cuando actuamos así, advertimos los peligros, desastres y angustias que puede reportar el perseguir esos deseos. Cuando un pez ve un gusano gordo y jugoso agitándose a poca distancia, no lo mordería si supiera que hay un anzuelo puntiagudo escondido en él, y salvaría la vida. Cuando recordamos que somos más grandes, que somos mucho más que nuestros anhelos, accedemos a la parte de nosotros mismos que es consciente de que ya tenemos lo que realmente necesitamos.

Contemplar la ausencia de deseo preserva nuestra libertad para que nunca seamos víctimas de los objetos del anhelo. Gracias a esa libertad, podemos vivir tranquilamente, en paz y felicidad.

Thay

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