CUANDO SE SIENTEN AGRADECIDOS NO SUFREN

Observo que en los Estados Unidos, donde tanto abundan los alimentos y hay tantas cosas que comer, no hay mucho tiempo para comer. El comer puede ser un acto muy alegre y no hace falta comer mucho para estar sano.

Cuando recojo mis alimentos—con palillos o un tenedor—me detengo un momento a mirarlos. Me basta una fracción de segundo para identificarlos. Si estoy en el aquí y el ahora, reconoceré los alimentos de inmediato—ya se trate de una zanahoria, de una hoja de lechuga o de un pan. Les sonrío, me los llevo a la boca y los mastico siendo plenamente consciente de lo que estoy comiendo. La consciencia es siempre consciencia de algo y mastico los alimentos de forma que la vida, la alegría, la solidez, y la ausencia de miedo se vuelven posibles. Cuando llevo veinte segundos comiendo, me siento nutrido—no sólo en sentido físico, sino también mental y espiritual. Esta es una práctica muy, muy profunda.

En Plum Village nos damos tiempo para comer. Comemos como comunidad. Todos se sientan de forma bella y esperamos, para empezar a comer juntos. Cuando hay un hermano o una hermana comiendo con plena consciencia a la derecha y a la izquierda uno se siente respaldado en su práctica de comer con plena consciencia. Al principio de cada comida practicamos las Cinco Contemplaciones.

Las Cinco Contemplaciones

Estos alimentos son un regalo de todo el universo, de la Tierra, del cielo, y de mucho arduo trabajo.

Que podamos comerlos de forma que seamos dignos de recibirlos.

Que podamos transformar nuestros estados mentales negativos y aprender a comer con moderación.

Que comamos únicamente alimentos que nos nutran y prevengan la enfermedad.

Aceptamos estos alimentos para realizar el camino de la comprensión y del amor.

Thay

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