¿No te Basta con Vivir?

Un discípulo llevaba ya muchos me- ses al servicio de su mentor  espiritual. Todos los días eran iguales: un par de horas  de meditación, un paseo, preparar una taza de té, asear la celda,  hacer  la cena,  lavar los platos… Así pasaban los días, las semanas, los meses…

Cierto  atardecer, el discípulo le dijo al maestro:

—Venerable  preceptor, pasan  los  días,  pasan  los meses…

—¿Y…?

—No me enseñáis nada.

El maestro le miró muy fijamente y le preguntó:

—¿Acaso no te enseñé a meditar  y lo haces un par de horas todos los días?

—Sí, es cierto, pero van pasando  los días, van pasando los meses, y todo sigue igual.

—Empero,  ¿no preparas  diariamente el té, ordenas tu celda, haces la cena, lavas los cacharros  y dormimos?

—Efectivamente,  y pasan los días, pasan los meses, es siempre lo mismo. ¿No hay nada más?

Entonces el maestro dijo:

—¿Te parece poco, amigo mío? Es la vida y te parece poco.  Meditas,  preparas  el té, ordenas  la celda, lavas los cacharros, te vas a dormir… ¿Y te parece poco? Es la vida.

¿Qué más puedo  enseñarte,  qué otra verdad más elevada puedo  impartirte, qué otros  métodos  puedo  mostrarte? Vives. ¿No te basta?

Reflexión

La vida es una sucesión de hechos y acontecimientos, muchas  veces repetidos  o rutinarios y otras,  las menos, más relevantes o extraordinarios; pero hay que abrazar la vida toda  y aprender de todos  los acontecimientos, pues incluso los más triviales pueden  vivirse desde la atención y la plenitud,  y convertirse  en maestros de realización.

Ramiro Calle

 

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

  • Traducir