Percepciones erróneas

Dado que con frecuencia estamos atrapados en las imágenes del sufrimiento pasado, desarrollamos fácilmente percepciones erróneas y reaccionamos ante los demás de una manera que genera más sufrimiento. Supongamos que estamos enfadados con alguien porque creemos que trata de hacernos sufrir. Esa es nuestra percepción. Creemos que la intención de la otra persona es hacernos sufrir y amargarnos la vida. Esa percepción produce ira y un tipo de acciones que generarán más sufrimiento para todos los implicados.

En vez de arremeter contra alguien, podemos usar la respiración y el andar conscientes para generar consciencia y discernimiento. Podemos inspirar y espirar, y observar que existe sufrimiento en nosotros y que tenemos percepciones erróneas.

Podemos ver también que en la otra persona hay sufrimiento y percepciones erróneas.

Hemos alcanzado cierto grado de consciencia, pero tal vez la otra persona no lo haya hecho, porque no sabe cómo reconocer y manejar su sufrimiento y salir de su situación actual. Sufre, se hace sufrir a sí mismo y hace sufrir a quienes le rodean.

En cuanto nos damos cuenta de ello, miramos a esa persona de otra manera. Notamos el sufrimiento en él y podemos ver que no sabe qué hacer con su sufrimiento.

Cuando somos capaces de ser conscientes de su sufrimiento y su situación, surge la compasión. Al surgir la compasión, la ira se transforma. No actuaremos buscando el castigo, porque ya no estaremos enfadados.

Aquí interviene el discernimiento. Este nos puede salvar porque nos ayuda a corregir las percepciones erróneas. Cuando las percepciones erróneas desaparecen, la ira, el miedo y la desesperación no tardan en desvanecerse. En su lugar, surge la compasión y la voluntad de ayudar.

La volición es la base de todas nuestras acciones. Cuando tenemos percepciones erróneas, la volición nos motiva a reaccionar de maneras que generan más sufrimiento.

Con discernimiento, la volición se convierte en volición positiva. Nos motiva el deseo de ayudar, en vez de castigar. Cuando estamos así motivados, nos sentimos ya mucho mejor, aunque todavía no hayamos hecho nada. Sacamos provecho de esta práctica en seguida. La otra persona, aquella que pensábamos que nos causaba sufrimiento, sacará provecho de ello más adelante.

Thay

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

  • Traducir