Serpiente

La gente quiere felicidad, no sufrimiento. Pero de hecho la felicidad es solo una forma refinada de sufrimiento. El sufrimiento mismo es una forma tosca. Podemos compararlos a una serpiente. La cabeza de la serpiente es la infelicidad. La cola de la serpiente es la felicidad. La cabeza de la serpiente es realmente peligrosa. Tiene los colmillos venenosos. Si la tocamos, te morderá inmediatamente.

¡Pero no te preocupes por la cabeza! Aún si la agarramos por la cola, se dará vuelta y nos morderá igual, debido a que ambas, la cabeza y la cola, pertenecen a la misma serpiente.

De la misma manera felicidad e infelicidad, placer y tristeza, surgen de la misma serpiente: deseo. Por lo tanto cuando estamos felices, la mente no está realmente en paz.

Por ejemplo, cuando conseguimos las cosas que queremos, tales como riquezas, prestigio, alabanzas o felicidad, estamos satisfechos, pero la mente permanece intranquila por miedo a perderlos.

Este mismo miedo no es un estado de paz. Más tarde podemos verdaderamente perder estas cosas, entonces sufrimos realmente.

Por lo tanto si no estamos atentos, aun cuando estemos felices, el sufrimiento es inminente. Es como agarrar la cola de la serpiente:
si no la dejamos ir, te va morder. Por lo tanto sea la cola o la cabeza de la serpiente, esto es, condiciones saludables o malsanas, todas son características de la Rueda de la Existencia, del cambio sin fin.

Ajahn Chah

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