Yo No Soy Mi Cuerpo

Cuando  yo  era  un  novicio  pensé  que  el  negocio  de  ir  más  allá  del nacimiento y la muerte era algo muy remoto. Pensé que nunca sería capaz de realizarlo en una sola vida. Pero el nacimiento y la muerte son solamente ideas. Todo lo que necesitamos hacer es vencer esas ideas. Cuando aprendí eso, pensé que tal proeza no era imposible. Esas dos ideas nos han aprisionado y esclavizado por muchas vidas.

Ahora vemos que somos más que nuestros cuerpos. Ahora vemos que no tenemos lapsos de vida. Nosotros no tenemos límites. Experimentamos eso en la meditación. Si hemos logrado el éxito en el primero y segundo Toque de la Tierra, este tercero es tan simple como un juego de niños.

El tercer Toque de la Tierra es como un círculo colocado alrededor de la línea vertical del tiempo en el primer toque y la línea horizontal del espacio en el segundo toque. En el primer toque nosotros abandonamos o nos liberamos el punto de vista de que estamos separados de nuestros ancestros  y  nuestros  descendientes.  Nos  liberamos  de  la  noción  del tiempo. En el segundo toque abandonamos o nos liberamos del punto de vista de que estamos separados de los Budas, Bodhisattvas, los Grandes Seres, los seres que sufren, los animales, las plantas, todo. Nos liberamos de nuestra noción del espacio. Ahora, tocamos la tierra y abandonamos el punto de vista de que somos nuestro cuerpo, y que estamos sujetos al nacimiento y a la muerte.

Generalmente pensamos que somos nuestros cuerpos. Pensamos que cuando nuestros cuerpos se desintegran, nosotros nos desintegramos. El Buda enseñó claramente que nosotros no somos este cuerpo.

Frecuentemente le pregunto a mis amigos jóvenes, que todavía no tienen treinta años de edad, “¿Dónde estabas en 1966 cuando dejé Vietnam?”

Ellos no deberían responder que todavía no existían, ya que tendrían que ver que ellos estaban ahí en sus padres y sus abuelos.

Ustedes pueden usar las siguientes palabras para guiarse en vuestra práctica inicial del tercer toque: “Tocando la Tierra, dejo ir la idea de que yo soy este cuerpo y de que el lapso de mi vida es limitado”.

[Visualicen de pie frente a su objeto preferido, antes de tocar la tierra]. Veo verdaderamente que este cuerpo, hecho de los cuatro elementos, no soy yo, y yo no estoy limitado por este cuerpo. Soy parte de una corriente de vida de ancestros espirituales y consanguíneos que por miles de años han estado fluyendo hacia el presente, y por miles de años fluyen hacia el futuro. Soy uno con mis ancestros y uno con todas las personas y todos los seres, ya sea si son pacíficos y valientes o sufrientes y temerosos. En este momento estoy presente en todas partes de este planeta. También estoy presente en el pasado y el futuro. La desintegración de mi cuerpo no me toca, al igual que cuando el capullo de ciruela se desprende y cae, eso no significa el final del árbol de ciruela. Me veo como una ola en la superficie del océano. Mi naturaleza es el agua del océano. Me veo en todas las demás olas y veo todas las demás olas en mí. El aparecer y desaparecer de la forma de la ola no afecta el océano. Mi cuerpo dharmático y mi sabiduría de la vida no están sujetos al nacimiento y muerte.  Veo  mi  presencia antes de que  mi cuerpo  se  manifestara  y después que mi cuerpo se haya desintegrado. Incluso en este momento, veo como yo existo en otra parte que no es este cuerpo. Setenta u ochenta años no es el lapso de mi vida. El lapso de mi vida, como el lapso de la vida de una hoja, o de un Buda es ilimitado. Yo he ido más allá de la idea de que soy un cuerpo que está separado en espacio y tiempo.

Aquellos de ustedes que han tocado las cosas profundamente en la dimensión del espacio y el tiempo serán capaces de tocar esta dimensión última. Después que hayan tocado la ola, aprenderán a tocar el agua.

Thay

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