Por muchos años he contado el siguiente relato. Supongamos que dos astronautas van a la luna. Cuando ellos llegan, tienen un accidente y se dan cuenta que solamente tienen oxígeno para dos días. No hay esperanza que alguien llegue de la Tierra para rescatarlos. Ellos solamente tienen dos días para vivir. Si les preguntáramos en ese momento, “¿cuál es vuestro deseo más profundo? Ellos responderían, “regresar al hogar y caminar sobre el bello planeta Tierra”. Eso sería suficiente para ellos; no querrían nada más. Ellos no querrían ser el presidente de una gran corporación, o el presidente de los Estados Unidos, o una estrella de cine. No querrían nada más, excepto regresar a la Tierra – para así caminar sobre Ella, disfrutando cada paso, escuchando los sonidos de la naturaleza y sosteniendo la mano de sus seres queridos mientras contemplan la luna.
Nosotros debemos vivir cada día como personas que han sido acabadas de rescatar de la luna. Estamos ahora sobre la Tierra, y necesitamos disfrutar caminando sobre este bello y precioso planeta. El Maestro Zen Lin Chi dijo: “El milagro no es caminar sobre las aguas sino caminar sobre la Tierra”. Yo valoro esa enseñanza. Yo disfruto simplemente caminar, incluso en los lugares con mucho tráfico como los aeropuertos y las estaciones de trenes. Caminado así, con cada paso dado suavemente sobre nuestra Madre Tierra, podemos inspirar a otras personas a hacer lo mismo. Podemos disfrutar cada minuto de nuestras vidas.
Thay
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