El Camino Medio no se refiere a nuestro cuerpo físico y al habla, se refiere a la mente. Cuando una impresión mental que no nos gusta aparece, afecta nuestra mente y la confunde. Cuando la mente está confundida, cuando ha perdido la estabilidad, no tomamos el camino apropiado. Si se da una impresión mental que nos gusta, la mente va directamente a perderse en el placer; ese tampoco es el camino.
No queremos sufrir, queremos ser felices. Pero de hecho, la felicidad es simplemente una forma refinada de sufrimiento. El sufrimiento es una versión burda de la felicidad. Se puede comparar con una serpiente. La cabeza de la serpiente es la infelicidad; la cola es la felicidad. La cabeza de la serpiente es sumamente peligrosa, tiene veneno en los colmillos. Si la tocas, la serpiente te muerde en el acto. Pero no es nada más la cabeza; aunque la agarres solo de la cola, se dará vuelta y de todos modos te va a morder; porque tanto la cabeza como la cola pertenecen a la misma serpiente. De la misma manera, ambas, felicidad e infelicidad, o placer y tristeza,son engendradas por el mismo padre: el deseo. Entonces, cuando te sientes feliz la mente no está en paz. De veras… ¡no está en paz!
Por ejemplo, cuando conseguimos las cosas que nos gustan –riqueza, prestigio, halagos o felicidad– nos ponemos muy contentos; pero la mente todavía alberga cierta ansiedad porque tenemos miedo de perder lo que hemos conseguido; en ese miedo no hay serenidad. Más adelante podríamos perder lo que ganamos y entonces de verdad sufrimos.
Por lo tanto, si no te estás dando cuenta de lo que está pasando, aunque seas feliz el sufrimiento es inminente. Es exactamente lo mismo que agarrar a la víbora por la cola, si no la sueltas te va a morder. Entonces, ya sea la cabeza o la cola –esto es, condiciones benéficas o perjudiciales- ambas son simplemente características de la “Rueda de la Existencia”. El cambio no tiene fin.
El Buda estableció la moral, la concentración y la sabiduría como la senda hacia la paz, el camino hacia el Despertar;pero en realidad estas cosas no son la esencia del budismo, son simplemente el camino hacia… El Buda les llamó magga, que significa “senda”. La esencia del budismo es la paz, y el origen de esa paz es el verdadero conocimiento de la naturaleza de todas las cosas. Si lo investigamos de cerca, podemos ver que la paz no es ni felicidad ni infelicidad. Ninguna de las dos es la verdad.
Ajahn Chah