G a s s h ô

En la postura de Gasshô  las manos se colocan una contra otra con toda la superficie de los dedos y de las palmas en contacto. Los antebrazos están horizontales, la punta de los dedos a la altura de la nariz, la distancia entre los dedos y la nariz es aproximadamente la de un puño se realiza con la cabeza muy derecha, una vez estamos en esta posición se hace una pequeña reverencia.

Gasshô es un gesto de respeto hacia los demás y hacia todas las existencias. Dirige el espíritu por encima del ego y de las consideraciones personales.

La posición de las manos influye en el cerebro. La mano derecha esta en relación con el mundo conceptual, racional del cerebro, la mano izquierda corresponde al mundo de la intuición, mundo invisible, espiritual. Las manos juntas en Gasshô hacen realidad la unidad entre el ego y el cosmos, entre lo material y lo espiritual.

Una historia dice que después de un encuentro entre Mahatma Gandhi y Albert Einstein, el científico le preguntó a Gandhi cual es el significado de este gesto que en otras tradiciones budistas se llama Namasté. Gandhi respondió de la siguiente manera: “honro el lugar en ti, en el cual se encuentra todo el universo. Honro el lugar de la luz, del amor, de la verdad, de la paz y de la sabiduría que se encuentra en ti. Honro el lugar en ti, donde, cuando tu y yo estamos ahí, nosotros ambos somos solo uno.»

Gasshô crea armonía entre los seres, por muy diferentes que sean. Cuando la acción es la justa, el mundo se vuelve justo.

Cuando hacemos sinceramente Gasshô por los demás, se crea una mutua simpatía. Si lo hacemos por el universo entero, incluso los árboles, las montañas y los ríos sienten esta simpatía y nos la devuelven a su vez.

 

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