La Diligencia Correcta

La Diligencia Correcta, o Esfuerzo Correcto, es la clase de energía que nos ayuda a realizar el Noble Óctuple Sendero. Si nos esforzamos en tener posesiones, sexo o comida, se trata de una diligencia errónea.

Si trabajamos día y noche para obtener dinero, fama o para huir de nuestro sufrimiento, también es una diligencia errónea. Puede parecer que somos diligentes, pero no es la Diligencia Correcta. Con nuestra practica de meditación puede ocurrir lo mismo. Quizá parezca que practicamos con diligencia, pero si nos aleja de la realidad o de los seres amados, se trata de diligencia errónea. Que nos esforcemos en practicar no quiere decir que lo hagamos con la Diligencia Correcta. Meditando sentado las 24 horas del día no va a llevarte a ser un Buda, porque no alcanza solo con meditar para llegar a ser un Buda.

Las cuatro prácticas o cuatro partes de la Diligencia Correcta son:

1- Evitar que germinen las semillas insanas en el almacén de nuestra consciencia si aún no han germinado.
2- Ayudar a las semillas insanas que ya han germinado a volver al almacén de nuestra consciencia.
3- Encontrar formas de regar las semillas sanas que no han germinado y pedir a nuestros amigos que hagan lo mismo.
4- Alimentar las semillas sanas que ya han germinado para que permanezcan en la mente conciente y se vuelvan más vigorosas.

Insanas significa que no conducen a la liberación o al Sendero. Las cuatro partes de la Diligencia Correcta se alimentan con la alegría y el interés. Si el hecho de practicar no te causa alegría, significa que no lo estás haciendo correctamente.

La Diligencia Correcta reside en el Camino medio entre los extremos de la austeridad y de los excesos de los sentidos. No debemos forzarnos a realizar practicas de ascetismo ni perdernos en los placeres sensuales.

Las enseñanzas de los Siete Factores del Despertar (la plena consciencia, la investigación de los fenómenos, la diligencia, la alegría, la calma, la concentración y el desapego) forman también parte de la practica de la Diligencia Correcta. La alegría se halla en el corazón de la Diligencia Correcta. La calma es también esencial para la Diligencia Correcta. Si tenemos alegría, calma e interés nos esforzaremos de modo natural, no necesitaremos forzarnos a hacer nada. Si nos falta la energía para meditar, es porque estas prácticas no nos producen alegría ni nos transforman, o porque no vemos aún el beneficio que nos aportan. Si no tenemos la Diligencia Correcta es porque no hemos encontrado una manera de practicar que sea válida para nosotros, o no hemos sentido la profunda necesidad de hacerlo. Una vida conciente puede ser maravillosa.

Esta mañana, al despertar, he sonreído. Ante mi 24 horas radiantes.
Me comprometo a vivir cada momento plenamente y a contemplar a todos los seres vivientes con los ojos de la compasión.

La practica consiste en sonreír tan pronto despertamos y reconocer que el día que se inicia nos ofrece una oportunidad para practicar. Depende de nosotros no desperdiciarlo.

El sufrimiento puede impulsarnos a practicar. Cuando nos sentimos ansiosos o tristes, vemos que este tipo de practicas nos alivian y deseamos continuar. Examina tu práctica. Descubre que es lo que te aporta una alegría y felicidad duraderas. Procura trabajar junto a un maestro y un amigo para transformar tu sufrimiento en compasión, paz y comprensión, y hazlo con alegría y calma. La Diligencia Correcta consiste en esto.

Thay

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