Quienes alcanzan la iluminación trascienden el sujeto y el objeto. Ésta es la única verdad fundamental.
Si trasciendes la diferenciación entre sujeto y objeto, cualquier momento del día se transforma en una ocasión única, y cualquier actividad cotidiana, como mirar, escuchar, comer o beber, se transforma en una oportunidad para alcanzar la iluminación.
No es cuestión de una práctica prolongada ni de efectuar grandes esfuerzos. Lo reconozcas o no, así son las cosas.
Por eso se dice: “Sólo la experiencia de la iluminación te permitirá comprender lo incomprensible”.
Maestro Foyan