Lo que sea que te esté faltando en tu práctica allí es donde debes aplicarte. Ubica toda tu atención en ese punto. Mientras estés sentado, recostado o caminando, obsérvalo allí. Es exactamente igual con un granjero que no ha terminado aún con su campo. Cada año planta arroz, pero este año no ha terminado de plantar, por lo cual su mente está siempre estancada en eso. Su mente no puede descansar alegremente debido a que él sabe que su trabajo aún no está finalizado. Incluso cuando está con amigos, no se puede relajar.
Está todo el tiempo molesto con el pensamiento de su labor inconclusa en el campo.
Es como una madre que deja a su bebé en el piso de arriba de la casa mientras que se va a alimentar a los animales abajo. Ella tiene siempre a su bebé en mente, con miedo a que algo le pueda suceder. Aunque pueda estar haciendo otras cosas, su bebé nunca se aleja de sus pensamientos.
Sucede exactamente lo mismo con nosotros en nuestra práctica.
No debemos nunca olvidarla. Aunque podamos estar haciendo otras cosas, nuestra práctica nunca se debe alejar de nuestros pensamientos.
Debería estar constantemente con nosotros, día y noche.
Tiene que ser así si realmente vamos a hacer progresos.
Ajahn Chah