La conciencia alimenta un estilo de vida sencillo

A medida que crecemos en conciencia, repasamos nuestra vida.
Empezamos a ver cuánto tiempo hemos gastado en consumo vacío.Cuando consumimos, también estamos siendo consumidos, hemos pasado a ser los objetos del consumo de otros. Buda dijo: «Queridos amigos, os están comiendo por la forma y los sentimientos. Estáis siendo consumidos».

Nos convertimos en mercancía para los demás. Queremos destacar y asombrar, y por ese motivo compramos nuevos vestidos o un perfume.
Nos aplicamos en el gimnasio para ser más atractivos y convertirnos en
objeto de deseo de otras personas, otros consumidores. Aunque deberíamos Cuidarnos, hacemos muchas de estas cosas porque creemos que este tipo de consumismo nos traerá la felicidad. Deberíamos mirar hacia el interior para ver que este consumismo Vacío no trae la felicidad, sino sufrimiento.

Los objetos de nuestro consumismo siempre están cambiando. Y nuestros deseos hacia los objetos que consumimos También cambian, a cada momento. Siempre perseguimos algo nuevo. Podemos sentirnos satisfechos con lo que compramos durante un momento, pero pronto nos desharemos y compraremos algo más. La primera vez que viví en Francia, nuestro sangha compró un coche pequeño, un Peugeot de segunda mano. Recorrimos toda Europa en él, usándolo para transportar no sólo personas sino también arena, ladrillos, herramientas, libros, comida y otros materiales. Lo usamos para todo lo que necesitamos y lo mantuvimos muchos años. Cuando el coche era demasiado viejo y ya no podíamos usarlo más, lo pasamos mal para deshacernos de él.

Teníamos apego a nuestro pequeño Peugeot, por lo mucho que habíamos pasado juntos. Había sobrevivido a averías, numerosos accidentes y un montón de reparaciones. Mis amigos del sangha y yo mismo estábamos tristes la noche que tuvimos que abandonarlo.

Incluso escribí un poema en su memoria.

Ahora, la gente raramente desarrolla alguna conexión con las cosas que compra, sólo desea poseer lo más nuevo. Los productores lo saben. No es casualidad que los productos en la época moderna no estén hechos para durar. Si estos productos duraran mucho tiempo, los beneficios serían menores para los fabricantes, que dependen de que compremos siempre lo último, cosas nuevas.

Sentimos que nunca tenemos suficiente, porque estamos atrapados en la filosofía de que lo mucho nunca basta. No nos hemos dado la oportunidad de mirar profundamente nuestra manera de consumir. Sin embargo, cuando nos tomemos el tiempo necesario para vivir conscientemente, descubriremos que vivir una vida sencilla y consumir menos son las condiciones reales para la felicidad.

Buda nos enseñó que debíamos estar satisfechos con las condiciones básicas de la vida y saber cuándo teníamos suficiente. La manera como los monjes y las monjas vivían en la época de Buda es un claro ejemplo de esta práctica. No tenían más de tres vestidos y un tazón. Entendían que las posesiones materiales no llevaban a la felicidad verdadera. Vivíamos un estilo de vida sencillo para ser felices. La práctica de la vida sencilla tiene muchas ventajas: cuando ya no persigues las posesiones, necesitas menos dinero y puedes permitirte trabajar menos. Por lo tanto, tienes más tiempo para hacer cosas con más sentido y más gratificantes.

Existe un proverbio de Confucio que lo expresa perfectamente: «Si sabemos lo que es suficiente, tendremos suficiente. Si esperamos a tener suficiente, nunca lo conseguiremos».

Thay

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

  • Traducir