Cuando ustedes miran a la superficie del océano, pueden ver las olas subiendo y bajando. Ustedes pueden describirlas en términos de altas y bajas, grandes o pequeñas, más vigorosas o menos vigorosas, más bellas o menos bella. También pueden describirlas en términos de comenzar y terminar, nacimiento y muerte. Eso puede ser comparado con la dimensión histórica. En la dimensión histórica nosotros nos preocupamos o inquietamos con el nacimiento y la muerte, más poderosos menos poderosos, más bellos, menos bellos, como el comienzo y el final y así sucesivamente.
Observando profundamente, podemos también ver que la olas son también al mismo tiempo, agua. Una ola puede igualmente buscar su naturaleza propia. La ola puede sufrir de miedo y de complejos. Una ola puede decir: “no soy tan grande como las demás olas”, “estoy oprimida”, “no soy tan hermosa como las otras”, “he nacido y he de morir”. La ola puede sufrir de esas cosas, de esas ideas. Pero si la ola se inclina hacia abajo y toca su naturaleza verdadera ella comprenderá que es agua. Entonces su temor y sus complejos desaparecerán.
El agua es libre del nacimiento y la muerte de una ola. El agua es libre de ser alta y o baja, más hermosa o menos hermosa. Ustedes pueden hablar en términos de más bella o menos bella, alta o baja, ‘solamente en términos de olas’. En cuanto al agua se refiere, todos esos conceptos son inválidos.
Nuestra naturaleza verdadera es la naturaleza de no-nacimiento y no- muerte. Nosotros no tenemos que ir a ninguna parte para tocar nuestra naturaleza verdadera. La ola no tiene que buscar el agua porque ella es agua. Nosotros no tenemos que buscar a Dios, no tenemos que buscar por nuestra dimensión última o nirvana, porque nosotros somos nirvana, nosotros somos Dios.
Ustedes son lo que están buscando. Ustedes ya son lo que quieren llegar a ser. Ustedes pueden decirle a la ola: “mi ola querida, tú eres agua. No tienes que ir a buscarla. Tu naturaleza es la naturaleza de la no- discriminación, del no-nacimiento, de la no-muerte, del no-ser y del no no-ser.”
Practiquen como una ola. Tomen su tiempo, busquen profundamente en ustedes mismos y reconozcan que vuestra naturaleza es la naturaleza del no-nacimiento y no-muerte. Ustedes pueden descubrir la libertad, la confianza y el equilibrio en esta forma. Este método de práctica los ayudará a vivir sin temor, y a morir pacíficamente sin pena ni desasosiego.
Si cargan con ustedes la tristeza profunda, si han perdido a un ser querido, si están habitados por el temor a la muerte, al olvido y a la aniquilación, por favor, tomen esta enseñanza y comiencen a practicarla. Si la practican bien, serán capaces de mirar la nube, la rosa, la piedrecilla, o vuestro hijo, con la clase de ojos que el Buda nos ha transmitido. Tocarán la naturaleza de la realidad del no-nacimiento, no-muerte, no-venir y no-ir. Esto puede liberarlos de vuestro temor, de vuestra ansiedad y de vuestro sufrimiento. Entonces pueden tener verdaderamente la clase de paz que los hará fuertes y estables, sonriendo mientras las cosas pasan. Vivir de esta forma los capacitará a ayudar a muchas personas a vuestro alrededor.
» Thay «