Cuando sabes cómo cuidar bien tu cuerpo a través del mindfulness, puedes empezar a entrar en el dominio de los sentimientos. Meditar sobre los sentimientos significa ser consciente de cada sentimiento que surge, sea este agradable, desagradable, neutro o mixto. Antes de ocuparnos de los sentimientos dolorosos, debemos aprender primero a ocuparnos de los no dolorosos.
Buda nos aconseja crear el sentimiento de alegría y felicidad para nutrirnos de él antes de afrontar cualquier sentimiento doloroso. Igual que un cirujano puede considerar que un paciente está demasiado débil para someterse a una operación y le recomienda que primero descanse y se alimente bien a fin de prepararse para la intervención, así nosotros necesitamos fortalecer la base de la alegría y la felicidad antes de centrarnos en el sufrimiento. Podemos empezar con la alegría. La alegría y la felicidad están siempre ahí, en forma de semillas, en la conciencia.
Al inspirar, soy consciente del sentimiento de alegría que hay en mí.
Al espirar, sonrío al sentimiento de alegría que hay en mí.
Al inspirar, soy consciente del sentimiento de felicidad que hay en mí.
Al espirar, sonrío al sentimiento de felicidad que hay en mí.
Thay