Quienes se inician en el aprendizaje del camino deben tener una firme y fuerte voluntad: durante las veinticuatro horas del día, empuña la espada de la energía positiva para vencer demonios y maldiciones, segando las aflicciones psicológicas. Si en todo momento tienes presente una sentencia de los sabios, descubrirás espontáneamente la luz de la mente, que contiene cielo y tierra, desvelando plenamente todos los reinos.
Chien-ju (1549-1619)